Sugerencias para sobrellevar el calor con vino
Qué elaboraciones son mejores para la época estival y cómo podemos disfrutarlas en cualquier lugar
En nuestro artículo Sugerencias para sobrellevar el calor con vino te explicamos qué vinos son los más adecuados para la época estival y cómo servirlos a la temperatura adecuada. Nos quedaba la parte de cómo preservarlos, aunque estos trucos nos pueden servir no solo para el verano, sino para todo el año. Empezaremos por la ubicación adecuada o, mejor dicho, las características que debe tener nuestra “bodega casera”. Lo puedes ver de forma resumida en esta infografía:
¿Qué lugares en una casa pueden cumplir estas condiciones? Un garaje o un sótano subterráneo donde no entre directamente la luz del sol pueden ser ubicaciones adecuadas siempre que cumplan las condiciones antes descritas. Si no podemos conseguir estas condiciones de forma natural en una casa, siempre está la opción de adquirir una nevera especial o cava para la conservación de vinos, que hoy en día se puede encontrar en el mercado en distintos tamaños y precios.
Depende mucho del tipo de vinos que tengamos en nuestra bodega personal. Dando por hecho que se cumplen las condiciones de conservación que vimos en el anterior apartado, podemos dar unas reglas generales, aplicables a muchos vinos, aunque no se adapta a todos:
1. Vinos jóvenes: generalmente deben consumirse en un plazo máximo de un año desde la cosecha que aparece en la botella. Sin embargo hay vinos que, por su alto nivel de acidez, pueden conservarse en perfecto estado más tiempo. Existen zonas de producción muy frescas que nos pueden permitir jugar con el tiempo en botella como Rías Baixas.
2. Vinos con crianza: aunque no es matemático, lo más conveniente será abrir la botella no más de 5 años después del año que indica en la etiqueta.
3. Reserva y gran reserva: pueden conservarse entre 10 y 15 años aproximadamente después de la cosecha. Sin embargo, hay bodegueros que trabajan estos vinos con el objetivo de que aguanten mucho más tiempo. Existen grandes reservas capaces de aguantar más allá de los 30, 40 o 50 años. En el elaborador y en la añada estará el truco de estos supervinos.
Si tenemos muchas botellas en nuestra bodega, mejor llevar un registro de todos los vinos en el que indiquemos datos tales como su crianza y fecha de la compra, de manera que podamos ir consumiendo cada botella en el momento más idóneo. Mucha gente compra más de 1 botella de cada vino de tal forma que puede ir abriéndolos cada cierto tiempo y ver cómo evoluciona en cada descorche.
Una vez abierto, independientemente de la tipología del vino y si nos sobra líquido en la botella, lo mejor es conservarlo en el frigorífico tapado con su corcho original y beberlo lo más pronto posible ya que el vino va perdiendo su perfume progresivamente con el tiempo. Para mejorar la conservación, podemos usar una bomba de vacío de las que se pueden encontrar en cualquier tienda especializada. Para los espumosos, el viejo truco de colocar una cucharilla dentro del cuello de la botella no sirve de nada, ya que el espacio sobrante no impide la entrada de oxígeno en la botella ni que el carbónico se escape.
Existe otra opción para poder tomar una copa de nuestro vino preferido sin abrir la botella, impidiendo así que se acelere el proceso de oxidación, que es gracias a sistemas de extracción como el que nos presenta Coravin.
Qué elaboraciones son mejores para la época estival y cómo podemos disfrutarlas en cualquier lugar
Todos hemos tenido un familiar con una bodega hasta los topes de vino, muchos de ellos olvidados. ¿Desde cuando es un valor la vejez en el vino?
En esta ocasión daré unos humildes consejos de cómo enfrentarse al descorche de los vinos viejos entendiéndose que el corcho sea de buena calidad.