Los mejores cabernet sauvignon de la Guía Peñín 

La pasada semana José Peñín publicaba un interesante post acerca de la cabernet sauvignon en España, probablemente la uva tinta más utilizada del planeta por su capacidad de mejorar el vino. Hemos querido aprovechar este repaso por la uva tinta más famosa del mundo para ver qué grandes vinos se han elaborado con ella en nuestro país. A continuación les mostramos los mejores vinos de cabernet sauvignon localizados por el equipo de cata en los últimos años.

Hubo un tiempo no muy lejano en que la cabernet sauvignon era un argumento comercialmente sólido en las zonas de producción de media España. Era habitual encontrarla en los ensamblajes de grandes vinos, hoy muchos de ellos ya centrados en las uvas más locales. La hemos visto presente en vinos icónicos del Priorat como L’Ermita o en Riberas del Duero como Vega Sicilia, hoy todavía presente. Este protagonismo ‘cabernetero’ del pasado no se escondía sino justo lo contrario, se alardeaba de él. A día de hoy muchos productores y amantes del vino reniegan de ella, pero algunos de sus grandes viñedos siguen, por suerte, presentes entre nosotros.

Abróchense los cinturones y prepárense para dar un paseo por los vinos estructurados del cabernet sauvignon español que han alcanzado las mayores puntuaciones en los últimos seis años.

La bodega ribereña ha sido hasta la fecha la casa que mejor ha elaborado la variedad cabernet sauvignon con este Pago Valdebellón, un vino cuyas uvas proceden de un terruño calcáreo de textura limosa y que en este chateau castellano ha alcanzado cotas de calidad nunca antes vividas en España.

Abadía Retuerta nos acerca a un cabernet nacional, maduro, estructurado y de fina reducción, de soberbia expresión, lo que le ha servido para obtener la puntuación más alta para un cabernet sauvignon español hasta la fecha. Se intuye en él una larga capacidad de guarda en la que se afinen sus matices hasta conseguir una sutil elegancia, aunque no dejan de ser especulaciones de amantes del vino y más aún si tenemos en cuenta que el 2015 fue un año cálido en la zona, con máximas históricas en el mes de julio. Nada impidió a este vino llegar pletórico a nuestra copa. Aún recordamos como fue avanzando poco a poco en el ejercicio comparativo que cada año hacemos con los mejores vinos del año, hasta quedarse con su puntuación definitiva.

El impacto que la cabernet tuvo en la década de los Setenta en la península ibérica fue mayúsculo. Su plantación y crecimiento fue avanzando por todos los rincones de España, incluso en climas poco explorados para este tipo de variedad como el mediterráneo. En Cataluña la cabernet entró con fuerza y tuvo un gran impacto en zonas como Penedès, nuestra siguiente parada. La familia Torres ha tenido siempre una gran habilidad a la hora de interpretar el momento oportuno para cada variedad y elaboración, y este Mas la Plana, pronto se convirtió en un icono para esta casa elaboradora y también en un referente del cabernet nacional. Nos adentramos en otro estilo de cabernet sauvignon, pues en él se atisba un estilo mediterráneo muy inusual, al menos en sus inicios, pues domesticaba en cierta manera la musculosa estructura que podía obtener en climas más extremos, como podría suceder en muchos de sus vinos del interior de la península.

Este vino representa a un buen número de referencias que siendo cabernet sauvignon la variedad más protagonista (90%), acepta un 10% de otras uvas para completar de afinar el estilo definitivo o la interpretación de la casa, en esta ocasión Más Candí, también presente en el Penedès. Volvemos a un estilo mediterráneo que aúna intensidad y herbalidad controlada, con una crianza bien presente en la generalidad del vino, pero con un tanino sedoso, bien trabajado, y con una gran riqueza de aromas y sabores. Más Candí Sol + Sol, representa el cabernet asoleado sobre suelos de arcilla y caliza. En el momento de su cata el vino contaba con una buena dosis de madera, sin embargo tras ella asomaban interesantes aromas a fruta negra, hierbas silvestres y ricos matices terrosos.

Bajo el sol extremeño la bodega Pago los Balancines nos trajo en la edición 2014 de la Guía Peñín un cabernet sauvignon que, a pesar de contar con la fuerza y estructura de la zona, conseguía domar con finura un vino que sobre el papel se antojaría rebelde y desbocado. Pedro Mercado consiguió en aquellos años posicionar su cabernet entre los más altos de España, toda una proeza en la zona. El tiempo le ha llevado a redireccionar su trabajo en favor de otras variedades más locales, un fenómeno que se ha extendido por todo el mundo.

Solo un cabernet sauvignon en el podio de la Guía Peñín

Es interesante ver que tan solo un monovarietal de cabernet sauvignon ha conseguido posicionarse en el Podio de la Guía Peñín en los últimos años. Este fenómeno nos indica que, a pesar de ser una variedad noble, con grandísimos atributos enológicos (color, aroma, tanino y acidez), no consigue brillar de la misma manera que lo hace en su tierra natal, Burdeos, o incluso en los mejores pagos de Chile y California, donde alcanza niveles de excelencia únicos. Resulta también relevante ver cómo la cabernet sauvignon aumenta sus niveles cualitativos cuando reduce su porcentaje en la mezcla. Por ejemplo, la podemos ver en vinos de Podio, en elaboraciones tan señeras como El Nido (96 puntos - 70% de cabernet sauvignon), o en vinos que rozan la perfección como en aquel Viña Sastre Pesus 2011 que alcanzó los 97 puntos y que tan solo contenía un 10% de cabernet, o el Vega Sicilia Único 2011, donde a día de hoy la podemos encontrar en tan solo un 5%.

Los elaboradores de España se han dado cuenta de que esta variedad es más valiosa como acompañante que en solitario, pues es capaz de completar alguna deficiencia enológica del resto de variedades, completando el hueco de forma magistral gracias a su imponente personalidad, y sobre todo por la acidez y un carácter que aporta frescura al conjunto.

Los mejores de las catas 2020

Si acudimos a los cabernets mejor valorados en la última edición de la Guía Peñín, podemos observar una ligera bajada de puntuación. Esto puede deberse a que algunos de estos vinos que brillaban hace seis años han dejado de elaborarse, precisamente en un momento en el que lo de fuera parece no tener cabida en la nueva política viticultora. Con todo, sigue habiendo buenos ejemplos de esta casta, aunque nos hubiera gustado poder degustar más vinos de Podio 100% cabernet.